leísmos, laísmos, loísmos

El leísmo consiste en utilizar le/les (en lugar de los correctos lo/los) para el CD masculino. Aunque es un uso antietimológico, La Real Academia Española admite solamente el leísmo de persona masculina singular, es decir, si el CD se refiere a una persona masculina y en singular. En todos los restantes casos, lo condena: 

    Quiero a mi hermano > Le quiero 
    Quiero a mis hermanos > *Les quiero/Los quiero 
    Coge el libro > *Cógele/Cógelo. 


    Sin embargo, el leísmo está muy generalizado en amplias zonas de España, especialmente en el centro peninsular, empezando por Madrid. Se pueden hallar ejemplos en los autores más impotantes de todas las épocas, desde los Siglos de Oro hasta nuestros días.



 El laísmo consiste en utilizar la/las (en lugar de los correctos le/les) para el CI femenino. Los pronombres que expresan el CI no tienen variación genérica, por lo que no se puede expresar sólo con el pronombre si se trata de un CI masculino y femenino. Por eso es un fenómeno bastante extendido, si bien  es sentido como claramente vulgar 

    Llevé unas flores a Pedro > Le llevé una flores 
    Llevé unas flores a María  >*La llevé una flores/Le llevé una flores/Se las llevé 
    Llevé unas flores a mis hermanas  >*Las llevé una flores/Les llevé una flores/Se las llevé 


    En los últimos casos aparece el se sustituto de le/les cuando el CD no es un SN sino un referente pronominal: lo/la/los/las.  



 El loísmo consiste en utilizar lo en lugar de le como CI. Actualmente es el uso más infrecuente y  más vulgar aún que el laísmo. Implica un cambio en la variación genérica del CD/CI, con total indistinción de ambos, en clara relación con el laísmo. 
    Le dije a Juan que viniera. > *Lo dije que viniera. 
    Le dije a María que viniera.>*La dije que viniera

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